Trasfondo[]
La Existencia se mide en edad. ¿Cuántos años ha vivido un mortal? ¿Cuál fue la fecha de construcción del Panteón? ¿Cuándo se formó el cosmos? El tiempo comienza al nacer, al momento de la creación. Pero, inevitablemente, el tiempo de todas las cosas llega a su fin.
Excepto, claramente, el tiempo mismo.
Portador del reloj de la eternidad, bordeado por signos del Zodiaco, el Guardián del Tiempo, Cronos, cuenta cada marca de la manecilla de los segundos, previniendo su interferencia con ese impulso esencial.
Si llega a saber quién o cuándo fue herido el reloj eterno, Cronos no dice, pero tras el primer golpe llegó a ser. El océano era un vacío y, entonces, su única compañera era Ananke, Reina del Destino. Juntos, Sus poderes dividieron la vastedad entre el paraíso y la tierra y el mar y el cielo. Después, Cronos se volvió un observador, una vigilante del Infinito.
Paciente frente a una falla, Cronos no conoce la urgencia. No le teme al dolor, a la guerra o a la muerte, ya es el tiempo mismo y durará más que todo. Por esta razón, su presencia en el campo de batalla es alarmante. Esta guerra entre Dioses debe presagiar una conclusión tan grave como para amenazar la existencia del tiempo. Tal vez todos los Dioses deben comenzar a contar los segundos del reloj eterno. Puede haber algunos de ellos restantes.